20 de enero de 2019

Franquicias televisivas: Érase una vez...



El 20 de enero de 1979 aterrizaba en televisión la primera serie de una franquicia televisiva que serviría de complemento educativo a las generaciones posteriores. Érase una vez... el hombre contaba de una manera amena y didáctica la historia de la humanidad desde el nacimiento de la tierra. Fue el inicio de una lista de series que hablaron sobre todo de historia, pero también del cuerpo humano o intentaban hacer hincapié en los buenos valores. El creador de esta franquicia fue Albert Barillé (1920-2009), quien se inició en el mundo de la animación con Las aventuras del oso Colargol, muy popular en Francia, pero que aquí pasó desapercibida a mediados de los años 70. 


Con su productora Procidis y televisiones de todo el mundo pone en marcha varias series de éxito mundial. Francia, Bélgica, Japón, Holanda, Noruega, Italia, Suecia, Suiza y España fueron los países que participaron en todas o algunas de estas series. 

Todas ellas contaron con la música del compositor francés Michel Legrand, que ganó 3 Oscar de 13 nominaciones por sus canciones y bandas sonoras para películas. La primera por la que fue triplemente nominado fue "Los paraguas de Cherburgo", una película totalmente cantada de Jacques Demy cuyo tema central, "Je ne pourrais jamais vivre sans toi", es uno de los más desgarradores de la historia del cine.



Repasamos ahora las series una a una. Todas ellas contaron con un total de 26 capítulos:


ÉRASE UNA VEZ... EL HOMBRE (1978)

La creación de la tierra servía de punto de partida a esta primera serie. La sintonía en español usaba la música del Septeto Op. 20 de Beethoven y las voces las ponían el grupo Parchís. En la versión original no había canción, y simplemente se utilizaba Tocata y fuga de Bach. 


Ya desde la primera escena, un simpático reloj nos mostraba continuamente en qué año transcurrían los acontecimientos que se narraban. No faltó este personaje en las posteriores series históricas de la saga. Aquí también conocimos al resto de personajes que nos acompañarían durante años: Pedro, Kira, el gordo, Flor, los malvados Tiñoso y Canijo y por supuesto el Maestro, un hombre con una barba descomunal que siempre interpretaba el papel de sabio, o inventor. Ha calado tanto este último personaje que la web francesa de la franquicia se llama Hello Maestro


En su primer pase por TVE en 1979, dos de los capítulos no se emitieron, pues no dejaban en buen lugar a España, a pesar de contar hechos verídicos. Fueron los dedicados a la conquista de América y a la Santa Inquisición. En la reposición de 1984 y posteriores ya se pudo subsanar esa mutilación emitiendo la serie completa. Los videos y libros de la serie todavía se venden en coleccionables de kioskos. 




ÉRASE UNA VEZ... EL ESPACIO (1981)

La siguiente serie dejó a un lado el aspecto didáctico y se decantó más por la aventura espacial, tan de moda en aquellos tiempos gracias a "Star Wars". Aquí la acción transcurre en el siglo XXXI y los personajes son fijos durante los 26 capítulos. Como no se podía educar sobre historia o ciencia, aquí se optó por aportar a los niños distintos valores como una crítica a la intolerancia, la avaricia y la ignorancia. Los cuatro últimos capítulos se reconvirtieron en una película que pudo verse en cines en Francia. 



Al igual que la anterior serie la intro española también tenía una canción que adaptaba un clásico de la música, en esta ocasión, un famoso Minueto de Boccherini.




ÉRASE UNA VEZ... LA VIDA (1986)



El 3 de octubre de 1987 llegaría a nuestras pantallas esta nueva serie, conocida posteriormente como Érase una vez... el cuerpo humano. Es seguramente la más repuesta y la más exitosa de todas. No falta el año que no salga como coleccionable en los kioskos.  


Aquí los conocidos personajes, aparte de ser los humanos dentro de cuyos cuerpos se desarrolla la acción, también se convierten en diferentes células de nuestro organismo. Obviamente, los villanos de turno serán en esta ocasión bacterias y virus. Y para combatirlos teníamos Pedro y Kira, pertenecientes al sistema inmunitario en naves espaciales que recordaban mucho a sus personajes de la anterior serie, igualmente ataviados. 




ÉRASE UNA VEZ... LAS AMÉRICAS (1992)

Coincidiendo con el Quinto Centenario del Descubrimiento de América llegó a nuestra tele un repaso a la historia del nuevo continente desde incluso antes de que a Cristóbal Colón se le ocurriese ir por allí. Si Érase una vez... el hombre sufrió la amputación de dos de sus capítulos, esta quizás no se llegase a estrenar en 1979. Prácticamente todos los grandes conquistadores tuvieron su capítulo dedicado. 




ÉRASE UNA VEZ... LOS INVENTORES (1994)

Albert Barillé le había cogido el gusto a repasar la historia y ahora le tocaba el turno a los inventores que hicieron nuestro mundo cambiar. Empezando por los antepasados chinos, pasando por los griegos, Gutemberg, Leonardo Da Vinci, Galileo, Darwin, Edison, hasta llegar al viaje a la Luna, ninguno de los grandes inventores y descubridores se quedó fuera de la serie. 




ÉRASE UNA VEZ... LOS EXPLORADORES (1997)

Esta serie era un poco el complemento a las Américas, haciendo hincapié en todos aquellos que se dedicaron a explorar lugares recónditos del planeta, pues hasta ahora sólo habíamos conocido a los de América. También se habló de algunos relacionados con este continente, como los hermanos Pinzón, Americo Vespucio, o Lewis y Clark. Pero la serie también nos permitió viajar por Oceanía, por la Antártica, dar la vuelta al mundo, subir a los picos más altos del mundo, e incluso a la conquista del espacio exterior. 



Durante la década siguiente Albert Barillé tuvo en mente hacer otras series para la saga, una de ellas centrada en la mitología griega y otra que llevaría por título Érase una vez... el progreso. Pero nunca llegaron a ver la luz. Poco antes de fallecer el autor, en febrero de 2009, se estrenó la última de las series "Érase una vez... nuestra tierra", que nunca llegamos a ver en España (TVE no participaba). En esta ocasión la animación era más moderna y se parecía ya poco a los dibujos clásicos, además cada emisión contaba dos historias diferentes, haciendo un total de 52 capítulos de unos 12 minutos. El tema de esta última serie fue el desarrollo sostenible para concienciar a los niños de que ellos son los herederos del planeta y que cada una de sus acciones repercutirán en el futuro del mismo. 



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