En unos días estará a la venta en librerías la tercera obra de Miguel Herrero. Tras dos libros en los que nos hacía recorrer minuciosamente toda la tele de los años 80, ahora decide seguir el curso de la historia para llevarnos hasta los 90. Al igual que en los anteriores, nos encontraremos con un libro de 280 páginas con el sello de Diábolo Ediciones.
Si de los dos primeros libros hicimos una breve referencia en el blog, para éste hemos preferido que nos contase él de primera mano cosas sobre el libro y sobre la década que trata.
¿Qué significa Telepasión para ti, aparte del título de tu tercer libro?
"Telepasión" significa "amor por la tele", que es lo que siento desde pequeño hacia el medio. Cuando uno vive con admiración el día a día de la pequeña pantalla siendo joven tiene por estrellas a sus presentadores, a sus actores favoritos. Las sintonías de los programas, los decorados, los días de emisión. Todo es susceptible de ser mitificado. Además, obviamente, fue el título de los especiales de Nochebuena (al principio Nocheviejas) de los años 90, recogiendo ese espíritu, el de los amantes de la tele.
¿Con qué nos vamos a encontrar en tu tercer libro? ¿Qué formato sigue? ¿Año a año o por temáticas?
Este tercer volumen abarca la tele de los años 90, la llegada de las cadenas privadas y la eclosión de las nuevas estrellas de la época. El libro se divide en años para ese primer bloque de nacimiento de privadas y su lucha con la pública. 1990, 1991, 1992 y 1993. Después va un episodio que recoge lo más significativo de la tele del 94 al 99, aunque ya más por encima. En medio de los capítulos van "miniepisodios" que recogen los formatos de moda a lo largo de toda esa década: los vídeos caseros, las inocentadas, los programas de grandes apuestas, la tv interactiva, los musicales para jóvenes, los ciclos de cine de terror, la telenostalgia, los reality shows, los grandes concursos, el humor en la tv, las Eurovisiones de los 90, los programas sexys... Creo que es un análisis intensivo de los 90 donde no se queda nada ni nadie en el tintero.
La tele nostálgica también tiene su hueco en un libro nostálgico.
En los 80, tu serie y programas de cabecera fueron "V" y el eterno "Un, dos, tres..." de hecho titulaste tus primeros libros con referencias a ambos espacios. Ambos volvieron en los 90 con nuevas ediciones o reposición. Pero ahora toca mojarse y elegir tu serie y programa de cabecera de esta nueva década.
Mejor programa de entretenimiento: Hola Raffaella por su capacidad para sorprendernos semana a semana con invitados famosos, entrevistas, actuaciones musicales, humoristas, magia e hipnotismo, concursos, canciones de Raffaella y secciones variadas. Incluso llegó a mostrar los diez programas más vistos de la semana cuando las audiencias no estaban casi presentes en los medios de comunicación. Otros programas que destacaría son El gran juego de la oca, el ¿Qué apostamos?, la vuelta del Un, dos, tres con Jordi Estadella y Míriam Díaz Aroca, y el Vip noche de Emilio Aragón.
Mi serie favorita de los 90 fue Matrimonio con hijos. Nunca me reí tanto como con las andanzas de aquella familia que se quería y odiaba a la vez y con la misma intensidad. Los Bundy, unos Simpson humanizados. O deshumanizados. También disfruté con Blossom o La doctora Quinn.
Recomiéndanos alguna serie o programa que merezca la pena rescatar de los 90 pero que haya caído totalmente en el olvido.
Los 90 fueron una eclosión de miles de formatos que están recogidos, todos, en el libro. Yo reivindicaría algunos títulos que se han quedado en el olvido. Por ejemplo, me sorprende lo poco que la gente recuerda El Primi Juego (Rafael Turia o Teresa Viejo) cuando se emitió durante muchos años, los jueves noche, e interrumpiendo los programas que hubiera esa noche. También ha quedado olvidada una serie como Tercera planta inspección fiscal con ese genial actor que era Saza, José Sazatornil. No te olvides el cepillo de dientes fue muy original en Antena 3, 1995, así como el Supermarket, concurso de Enrique Simón en el que los carritos de supermercado corrían sin parar en su grandioso decorado. El huevo de Colón, Telecinco, fue otra simpática propuesta de Javier Gurruchaga que debería rescatarse de los archivos, así como El millonario, el concurso de Jesús Puente en el verano de 1992.
El primijuego, un programa de los 90 a reivindicar
Con la llegada de las privadas, las revistas como Teleprograma tuvieron que reinventarse para dar cabida a nuevos canales. ¿Cuál crees que lo hizo mejor a lo largo de la década?
Cada revista, de las tres grandes que había, supo adaptarse muy bien a la época que vivía. Tele Indiscreta fue la que mejor lo hizo, tal vez por su formato, que le permitía abarcar plenamente la programación de todas las cadenas, en orden, y con profusión de fotos y reportajes. Especialmente con la moda de las primeras telenovelas, ofrecía multitud de coleccionables entre sus páginas, con libritos de cartón para encuadernarlos. Así, mucha gente conserva toda la historia de Cristal, La dama de rosa, Rubí o Topacio gracias a Tele Indiscreta. En el libro hablo del récord de ventas, extraordinario, que obtuvo en 1991. También se apuntó un tanto con la reposición de V, que le sirvió a T.I. para regalar nuevos posters y pegatinas. Igualmente con Sensación de vivir, Los vigilantes de la playa, Bola de dragón y Campeones, fascículos para las nuevas aventuras de Indiana Jones y un dossier externo con los casos de ¿Quién sabe dónde?. Supertele nació en el 92 machacando un poco a Tele Indiscreta, con posters gigantescos, reportajes muy curiosos, muchas secciones, como las audiencias o las caricaturas de los famosos y portadas muy originales. TP se renovó en el 94 muy acertadamente, con el álbum de cromos de los "TP guays" y con la emisión de sus premios anuales en la tele, que conseguían unas audiencias extraordinarias, además de dotarle de mayor prestigio aún a las estatuillas.
Los TP Guays, la única aportación de TP al merchandising noventero.
Sabemos que el "museo" de la televisión que tienes montado en tu propia casa aparte de multitud de merchandising televisivo también posee una amplia colección de revistas y material gráfico que reproduces en tus libros, pero ¿fue más fácil conseguir las imágenes que ilustran el libro de los 90 que los de los 80?
En los 90 las fotos tienen mayor calidad. Las revistas ofrecían un material más cuidado, tanto en el tipo de papel, como en las fotos. De los 80 hay muchas imágenes en blanco y negro que deslucen un poco, así como un papel más rugoso y de menor calidad. Para el libro hay abundante material gráfico de los programas, así como logotipos, uno de los elementos que más me interesa que coleccionen los teleadictos, imagen de reclamo de cualquier espacio.
Imágenes de programas de los 90 forman parte de la abundante parte gráfica del libro.
¿Qué formato televisivo nacido en los 90 revolucionó la tele que conocíamos hasta entonces?
Nada más llegar el 90 Chicho Ibáñez Serrador puso en marcha Hablemos de sexo. Hasta el momento no se hablaba apenas de sexo en los programas. Mejor dicho, nada. Se podía aludir al tema, muy de pasada, en espacios tipo Más vale prevenir y siempre tratado de una manera muy global, sin precisar demasiado en el tema. Ver a la doctora Ochoa hablando de penes o vaginas sorprendió al público, pese a que se hacía de una manera muy técnica, a excepción de las encuesta de calle, ficticias por cierto. Fue un primer paso para que la gente se interesara en el tema y se pudiera tratar el vaginismo o la homosexualidad como tema de conversación. Poco a poco, ese striptease de la censura hizo que se llegara a las cotas con las que se acabó en la década, con programas como los de Pepe Navarro o Crónicas marcianas. Incluso hubo un momento en que todo magazine matinal tenía su propia sexóloga.
Elena Ochoa, una pionera en hablar de sexo en la tele española.
¿Qué invento de la tele de los 90 hizo que la tele fuese a peor?
Los reality shows. En 1993 la cosa fue a peor. Ya el año anterior habían llegado para quedarse. Los primeros tiempos de Paco Lobatón y demás espacios sí fueron dignos. Se trataba de buscar personas desaparecidas o tratar temas paranormales o sucesos de interés. Nada más lejos de lo que pudiera abarcar el diario "El Caso" o programas actuales como Cuarto milenio. Pero ya en el 93 todas las cadenas querían ir más lejos. Casos más truculentos, suicidios, situaciones marginales, abusos sexuales, casos en directo, lloros que ponían la carne de gallina. El crimen de Alcasser o programas como Código 1 y Misterios sin resolver metieron demasiado el dedo en la llaga. Rosa María Mateo, José Antonio Gavira... Incluso programas de medicina que acudieron demasiado al morbo.
¿Crees que los niños que crecieron en los 90 tendrán la misma huella que tienen los que han crecido en los 80, para los que todo lo referente a la década les trae una nostalgia infinita?
Los que fueron niños a principios de los 90 aún sí. Vivieron una tema aún muy familiar. Lo que había cambiado era que había competencia. Podías elegir programación entre canales pero con calidad. Mientras en A3 se emitía La merienda con series como Chicho Terremoto, T5 tenía a Miliki y Rita con el Superguay y series como Los Pitufos, y TVE1 otros espacios como Los mundos de Yupi o posteriormente Pinnic con series como Los Simpson. Lo que hicieron las privadas fue introducir demasiado el patrocinio de juguetes y marcas a sus concursitos. Pero había que financiar todo aquel aluvión de dibujos animados de gran calidad que tenían que comprar para emitir en franjas de mañana, tarde y noche. Quien creció con Cajón desastre, La guardería o Telebuten aún tienen grandes recuerdos de la tele. En el libro recojo TODAS las producciones infantiles que ofrecieron las teles, incluso los contenedores de las autonómicas, como La banda de....
Pinnic, programa que recuerdan los nostálgicos noventeros.
Volvamos ahora ya al presente y cuéntanos qué tipo de programas sobran en la actualidad, y cuales sería necesario recuperar para hacer una televisión en condiciones.
En estos tiempos falta esa programación infantil en las bandas matinales, mediodía y de tarde. Sobran tantos programas de talento tanto de niños como de mayores, la fórmula se va agotando. Sobran tantos sucesos en los programas de actualidad y cansa tanto espacio gastronómico. Echo de menos los musicales. Pero no que te echen un concierto de tu artista favorito sino que te informen de conciertos, noticias, novedades, ventas. Creo que es más interesante saber quiénes son los discos más vendidos de esta semana que saber que Kiko Rivera va a "pinchar" en la boda de su hermano.
Hay demasiadas series extranjeras. Si uno no tiene todo el tiempo del mundo es difícil seguir tantas producciones, con tantas temporadas.
En tus publicaciones siempre te has rodeado de grandes expertos en televisión para los prólogos (Antonio Sempere, Ignacio Salas...) ¿A quién le has dejado abrir tu libro esta vez?
En este tercer ejemplar he contado con Alejandro Macías, experto televisivo en materia retro, responsable del blog Carta de ajuste, que hace un retrato de lo que significó el nacimiento de "otros canales" que se sumaban a la oferta de TVE. Poder hacer zapping fue un sensación que no tendrán los que hayan nacido con un mando a distancia en el comedor de casa. El resto cambiábamos sorprendiéndonos de los diferentes canales que había, como niños con un juguete en las manos.
Y los padrinos de los libros tampoco se han quedado atrás (Mayra Gómez Kemp, Vicky Larraz...). ¿Quién es el elegido para apadrinar este tercer "hijo"?
Eso es algo que se está fraguando en estos momentos pero hay muchos nombres que me gustaría tener para la ocasión . En cualquier caso, prometo hacer una presentación cargada de sintonías e imágenes de los programas de los años 90 que más nos impactaron.
¿Qué hay después de los 90 para Miguel Herrero?
Si nos referimos a lo estrictamente formal, después de los 90 hay una televisión de nueva era, totalmente desmitificada. No me podría plantear un libro sobre los años del nuevo siglo porque se pierde totalmente la esencia de la nostalgia, de esos espacios familiares. Un Gran hermano VIP o Supervivientes no tienen nada que hacer frente a los sentimientos que me provocan El semáforo o Sorpresa sorpresa, ya más avanzada la década de la que hablo en este momento. Sería más interesante ir a los 70...
Miguel con su libro rodeado de una gran cantidad de merchandising televisivo.
Pues ahora toca disfrutar de este repaso a la década de los 90 y a esperar a que Miguel nos sorprenda con una nueva retrospectiva de los años 70. Así poco a poco tendremos una excelente biblioteca de historia de la televisión por décadas.
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